Aunque me encanta el sushi y alguna vez lo tomo cuando lo encuentro de verduras no soy muy amiga del tradicional. Reconozco que me supera la cantidad de azúcar y sal añadida… amén del arroz glutinoso o redondo, que original es, pero no deja de ser refinado…
Así que lo que más me gusta es hacer mis propias versiones con todo tipo de cereales: quinoa, centeno, avena… (con arroz integral también he probado, pero al ser más duro puede resultar bastante diferente para los más aficionados al normal.)
En este caso he utilizado mijo previamente cocido durante un buen rato para que quede muy tierno y blandito.
Se suele cocer con una proporción de agua más pequeña que la del arroz y cuando ha absorbido todo el líquido debemos dejarlo reposar hasta que se haya enfriado del todo.
Para el relleno he puesto aguacate y zanahoria picada en un bol, cubiertos de una mezcla de limón (evita que el aguacate se oxide), vinagre de arroz y salsa de soja. No he usado azúcar ni sal, porque para mi gusto el vinagre y la salsa de soja consiguen los dos puntos perfectamente.
El proceso es exactamente el mismo que usaríamos para el sushi habitual. Colocamos el alga nori sobre la esterilla y ponemos una manta de mijo bien plano, el relleno de aguacate y zanahoria y nuevamente una segunda capa de mijo.
Solo queda enrollarlo ayudándonos con la esterilla y cortar con mucho cuidado. Podemos servirlo con un poco de pasta umeboshi, wasabi o jengibre.